Es fundamental recordar que nuestras experiencias no solo se encuentran en eventos extraordinarios, sino en lo cotidiano. Un café con un amigo, una caminata por el parque o simplemente disfrutar de un buen libro son momentos que pueden tener un impacto profundo en nuestra vida. Aprender a apreciar estos momentos cotidianos nos ayuda a vivir más plenamente y a construir una vida más rica y satisfactoria. La atención plena o mindfulness es una técnica que nos enseña a estar presentes y a valorar las pequeñas cosas, lo que puede cambiar radicalmente nuestra percepción de la vida.